martes, 2 de agosto de 2011

UN CUENTO DE HADAS

Cuantas veces me habré enamorado con tu música SERGIO, ains cuántas veces habré soñado con encontrar a esa media naranja que dibujas en tus letras para bailar bien pegada a su cintura, cuántas veces habré imaginado que la vida empieza hoy mordisqueando esa manzana...En honor a esas baladas, a esa manera tan singular, peculiar y sencilla que tienes de hacerme sentir las cosas, de emocionarme con tus palabras, permíteme hoy, permitidme hoy chic@s, que en nombre de eso que llamamos amor, dedique este pequeño rinconcito que me habéis dado en este mundo del internete a una pareja, que el fin de semana, como decimos por Asturias, ha demostrado lo "guapo que ye querese". Sí Kika y Chema, hoy la bloguera quiere tratar de expresar a través de unas cuantas palabras lo que todos los que fuimos testigos de vuestro enlace el pasado sábado sentimos. Y como la poesía, tengo que deciros que tratar de resumir en unas pocas líneas lo vivido va a resultar inefable. Imposible trasladar en unas frases tanta emoción, tanto sentimiento, tanta magia...No obstante, trataré de poner la mente fría, me concentraré en ordenar todas las sensaciones que se me agolpan y vamos a dibujar lo que supuso ese gran acontecimiento del pasado fin de semana.
El 30 de julio amaneció soleado, con una temperatura veraniega, pero no podía ser de otro modo: se casaban Kika y Chema, los chiquis, y el sol tenía que brillar como lo hacen ellos en su día a día. A la una todos estábamos dentro de la hermosa capilla elegida para la celebración. Las flores blancas que la adornaban esperaban ansiosas la llegada de la novia. El novio en el altar, impaciente, guapo, deseando que nuestra amiga apareciera del brazo de su padre y padrino. Tan sólo unos minutos después, la novia llegó. Los "peques" vestidos de asturianos, portando las arras, los anillos, y la graciosa Aitana abriendo el cortejo nupcial con un ramillete de flores anunciaron la presencia más ansiada por todos. Sí, ya podíamos ver a Erika a lo lejos. Sí el padrino, Ramón, ese hombre simpático, que según han pasado los años, ya no es sólo el padre de una amiga, él es un amigo, un ser encantador, como Pili, esa madre que, aunque siempre guapa, el sábado, aún lo estaba aún más,...en fin, que del brazo del orgulloso padrino, por fin, pudimos desvelar el secreto mejor guardado: el traje de la novia. Decir que estaba preciosa, es quedarse a mucha distancia de la realidad. No es que estuviera radiante, es que estaba y era feliz. Más allá del tremendamente elegante vestido escogido, Erika era felicidad, se le veía en esos ojazos que tiene, que brillaban aún más de lo habitual en ella. Erika no defraudó, nunca lo hace. Por eso, los allí presentes la reconocimos como es. Cuando la vimos aparecer, vimos a nuestra amiga, a la de siempre, por fin, de novia, como tantas veces habíamos imaginado a lo largo de estos meses. Y del brazo de su padre se encaminó al altar donde Chema la esperaba haciéndonos partícipes de ese brillo especial de sus miradas.
La ceremonia fue preciosa, una que no es muy de emocionarse, hubo momentos en los que contuvo las lágrimas. El recuerdo a los que no están, el "sí quiero", la lectura de nuestra Mayu...no sé todo era como un pequeño cuento de hadas: el sitio, los protagonistas, el momento...Y ese cuento de hadas no había hecho más que empezar. Sin duda, que desde ese minuto cero en el que la novia hizo acto de presencia en la iglesia hasta que el autobús salió de Qintueles a horas intempestivas de la madrugada, todo fue como una película perfectamente filmada, en la que no faltó nada: todo fueron guiños, perfectos detalles que hicieron a todos los que compartimos ese gran día con los protagonistas ser testigos de un auténtico sueño hecho realidad. Erika, Chema, todos nosotros seguro que iremos a más bodas, a más eventos, pero en la memoria colectiva de todos jamás se nos olvidará ese 30 de julio de 2011 por muchos motivos: el primero de ellos por ser testigos de excepción de una pareja que se quiere de verdad, por haber hecho una boda increiblemente mágica con detalles preciosos: los marcapáginas colgados en las cuerdas con nuestros nombres, las fotografía de las películas decorando cada mesa, la sucesión de imágenes  de amigos y familiares en las pantallas durante el baile, el genial y original photo colll...y ¡cómo no! ese maravilloso baile con el que nuevamente nos volvisteis a sorprender a todos. Ya quisieran los protagonistas de Dirty Dancing haber demostrado esa complicidad con la que llenasteis la pista de baile, ya quisieran ellos mirarse como os mirasteis vosotros y darse esos besos viva imagen de la felicidad...ays chiquis!!! que bonito ha sido todo, desde aquí sólo desearos que la magia de ese día, que vuestro amor dure para toda la vida, que lo disfruteis y que todos tengamos la suerte de seguir compartiendo con vosotros esos momentos.
Poco más tengo que deciros, sólo desearos, parafraseando a mi chiqui particular, "que sigais siempre compartiendo las caricias, las mañanas, los abrazos, y que estéis siempre juntos en lo bueno y en lo malo, que cada mañana la única condición que pongáis en vuestras vidas sea la de quereros por y para siempre...
En nombre de todos vuestros amigos daros las GRACIAS por habernos hecho partícipes de vuestra unión y haber compartido junto a todos nosotros vuestro día. Sois especiales chiquis, y creo que todos debemos daros las gracias por elevar a la categoría de lo sublime no sólo el amor entendido en su sentido más puro, sino el valor de la amistad.
Ahhhhhhh y, que se me olvidaba, pasarlo de lujo en Nueva Zelanda y Bora- Bora, descansar todo lo que podáis, y como otra boda, me imagino que no la volváis a celebrar el próximo año, hago desde aquí una petición: ¿ qué tal un bautizo? ...Ya sabéis, queremos otra fiesta el próximo 30 de julio

Muchísimos besos y MUCHASSSSSSSSSSSS FELICIDADES!!!!!

2 comentarios:

  1. Ole,ole y ole!!Bueno Laura,no se podía expresar mejor lo que sentimos ese día!!Ahora a comer perdices y a ser muuuuuuuuuuuy felices!!

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  2. Una, que sí es de emocionarse, acaba de soltar unas lagrimillas leyendo tus palabras Laura. Porque tienes la razón en cada una de las cosas que dices, en cada una de las frases. Porque en esa boda todo fue especial, porque no faltó detalle, porque nos lo pasamos genial, porque los novios eran ellos mismos y todo tenía su esencia y sobretodo, sobretodo, sobretodo; porque se les veía radiantes, felices y tremendamente enamorados. La vida os ofreció el tremendo regalo de que os encontrarais y vosotros supísteis aprovecharlo. Sed inmensamente felices y que nosotros podamos verlo!

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