domingo, 6 de febrero de 2011

TE ESPERO EN VIA DALMA 13

No estaba inspirada hoy la bloguera, después del diccionario, las pocas neuronas que me quedaban parecían que se habían ido de vacaciones. Toda la mañana del domingo la pasé escuchando TRECE con alguna paradita por VIA DALMA. Por aquí el tiempo invitaba a salir de casa. Tener la playita cerca es todo un lujo, así que la Barby se bajó de sus taconitos y dejó su bonito abrigo tres cuartos en el armario, se puso los tennis y ropa deportiva, y se acercó a oir el ruido de las olas. Ante este escenario y oyendo la voz de SERGIO la historia que aquí os cuento salió sola, bien es cierto que me ayudó también la imagen de un muchacho que no paraba de tirar piedras a la mar mientras de su mejilla caía un lágrima...Me imaginé lo que le podía estar pasando. Ahí está el resultado, sólo os digo que a pesar de todo el amor es lo más grande del mundo y amarse a uno mismo lo más importante para descubrir realmente lo que significa amar. Hoy queridos dalmáticos brindamos por el amor y por las canciones de SERGIO que atraviesan el alma y alegran la vida...

Por Elisa ayer lloré, hoy sufro y mañana yo caminaré. Por esa hermosa dama, bella sin alma, decían algunos, mi vida se transformó un sábado por la tarde, en un bello cuento donde creía que habría un final feliz. Durante un tiempo pensaba que estaba viviendo una historia distinta, única, irrepetible, mágica, que nunca iba a vivir un sentimiento tan puro, tan idílico. Pero llegó una mañana, y a través de una mirada cargada de ira, de desprecio y odio convirtió el sol que entraba por la ventana en el cielo más gris, oscuro y tormentoso que mis ojos habían visto nunca. Mi cuerpo se encogió, mi piel tiritaba y un escalofrío recorrió todo mi ser. El frío me inundó y mi cuerpo trataba de luchar, de huir de aquel invierno repentino en pleno agosto, alejándose de aquella llama que lloraba auténticas gotas de dolor helado. Aún la quería, ese pequeño gran amor latía aún de forma constante, se aferraba a mí como un lazo indisociable de mi cuerpo, un amor que me invadía por su fuerza y energía arrolladora. Era muy pronto, no podía evitarlo, sus caricias todavía  permanecían calientes en cada esquina, en cada hueco de mi anatomía.  Sin embargo, mis pupilas eran plenamente conscientes de la realidad, pues veían nítidamente como su silueta erguida y distante como se alejaba de mi mundo sin mirar atrás…Tras ver su imagen perdiéndose entre la multitud, supe entonces que había llegado el momento de decir adiós. No sería fácil, no… no lo sería. Mis lamentos, quejas, súplicas y ruegos vinieron a desgarrar aún más mi voz que tan dulcemente había acompañado largas veladas y noches de complicidad a nuestro pequeño reino, nuestro particular jardín prohibido en el que nos perdíamos entre te quieros y besos robados tímidamente unas veces, apasionados otras. Sin duda, el dolor, la soledad forzada estaban convirtiendo mi alma en un corazón gitano que poco o nada tenía que ver con aquel músculo que latía al compás de su hermosura cada vez que la veía. Ahora ese corazón, roto en mil pedazos, era resbaladizo, arisco, descuidado, viejo,…era vacío, estaba vacío…
 
Mientras tanto, entre torturas infinitas fueron pasando los minutos. Y engañándome a mi mismo, disimulo y hago que no me acuerdo de ella, pero cuando creo que no la veo, cuando crees que no te veo, te busco, buceo entre las sábanas que aún guardan tu esencia. Todo me sabe a ella., todo me recuerda a ella. Aún el delicado y sutil tul de las cortinas imaginan como su silueta pasa ante ellas como una sirena, y tratan de evocar su pícara sonrisa al ritmo del suave viento que se cuela entre los cristales. Pero me cansé, ya no necesito más esta agonía, este sufrimiento absurdo que me roba sigilosamente el oxígeno. Ya no quiero ser más víctima de ella, tampoco quiere ser el culpable de mi martirio. Voy a dejar atrás lo que hice, porque sólo yo bien sé que todo lo que hice, lo hice por ti, sólo por ti, para ti. Lo que soñaba, planeaba, inventaba, era usándote a ti de molde. Musa de mis poemas cotidianos, hoy te has ido y ¿ qué me queda? Nada, sólo sueños sobre cenizas, no soy más que un ángel caído con sus alas rotas. No veo nada más, solo el sarcasmo del eco de las carcajadas macabras con las que te despediste. Ojalá se diluyeran para siempre, Ya me cansé. No más tú, no más nosotros, no más ruegos, no más quejas. Aléjate, déjame olvidarte así con miedo, poco a poco, pero déjame hacerlo. Y ahora permíteme acercarme a ella, a mi querida soledad compartida que me acompañará en este viaje. A ti, mi soledad, mi amante más fiel, te cuidaré, formaremos un único ser, porque la vida empieza hoy, contigo, conmigo. Por fin, he podido abrir los ojos e iniciar de nuevo mi viaje. Nunca jamás debí separarme de mi mismo, pues la línea del precipicio hacia la nada es muy fina, demasiado imprecisa. A partir de este instante, las decisiones las tomo yo, porque el futuro me espera y esta vez sí, esta vez sí lo haré, me comeré cada segundo con la boca por delante, pero esta vez con mi boca no con la suya. Jamás ya nadie me hará sombra . Ahora soy yo el que decide cómo olvidarte…”

Y ahora todos a disfrutar de la buena música, de la buena compañía y a los que estéis enamorados a seguir así. Mañana más y mejor, besitos de vuestra Barby Barney y de 

5 comentarios:

  1. mama mia...sin palabras!!!!GENIAL

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  2. precioso xiki
    nos vemos en via dalma, 13

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  3. joer laura, me acabo de conectar a la vida real, pues he pasado 2 dias en cama con un gripazo que creia morir y tu me pones esta bella historia' ainssssssssssss que me meto en la cama con estas palabras y no salgo massss
    besos a todas

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  4. Madre mia laura, los has bordado, menos mal que la playa y el mar te han inspirado, uf, has hecho bien. besos. TERE.

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